Conoce los tipos de cierre de pendientes que existen.
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Los cierres de pendientes son un componente esencial que asegura la joya en su lugar. Aquí tienes una breve descripción de los tipos más comunes:
- Cierre mariposa o de presión: Es el más habitual, fácil de usar, con gran sujeción y cómodo, ideal para la mayoría de los pendientes.
- Cierre omega: Antiguo y robusto, adecuado para pendientes grandes y pesados.
- Cierre de gancho o hippie: Abierto o cerrado, preferido para pendientes alargados y estilos informales.
- Cierre de rosca o tornillo: Seguro y no se clava en la piel, recomendado para bebés y niños.
- Cierre de barra: Utilizado en los pendientes trepadores, recorren el lóbulo siguiendo la forma de la oreja y, de esta forma, el pendiente se ajusta y no se cae. Es un tipo de cierre muy actual.
- Cierre ballestilla: Combinación de presión y gancho, común en pendientes de aro.
- Cierre de clip o de pellizco: Este tipo de cierre es utilizado por las personas que no tienen las orejas perforadas, ya que no consta de espigo para introducir en el agujero. El cierre de clip se ajusta al lóbulo con presión, “pellizcándolo”.
- Cierre congo o africano:
Utilizado en los pendientes de aro, este cierre está formado por una barra fina que encaja con la otra parte del pendiente, formando así el aro. Es una forma muy segura de cierre ya que al estar encajado un extremo con otro es complicado que se pierda.
Un truco si te cuesta ponerlos es hacerlo de atrás hacia delante.